Espacio reservado para el título del blog

Esto es un sitio donde dar salida a todas las pajas mentales que tengo en la cabeza y que escribirlas en un papel sería perder el tiempo
(mucho peor perdido que en este antro)

  • Banda sonora del blog




"Let me tell you a story to chill the bones, about a thing that I saw..."

Esta entrada va a ser larga e infumable para algunos. Cuando llegue la parte "interesante" pondré un cartel que diga: "Parte interesante".

Antes de ayer fui a comprar al Alcampo. Voy allí porque es algo enorme, relativamente "cerca" de casa (tengo la estación de Renfe que comunica con mi casa casi al lado del supermercado) y me gusta porque tienen de todo. Pasando por la sección de libros del Alcampo, me llamó la atención uno en concreto, titulado "Los pueblos elegidos mejores pueblos de España 2010". Como estoy haciendo rutas en bicicleta, decidí echar un vistazo y apuntarme en el móvil los pueblos de Cataluña que salían en el libro. Los nombraré según el orden que aparecen en él: Cardona, Castellar de n'Hug, Rupit, Besalú, Cadaqués, Camprodón, Pals, Peratallada, Perelada, Puigcerdà, Tossa de Mar, Artíes, Balaguer, Cervera, Solsona, Seu d'Urgell, Vall de boí, Horta de Sant Joan y Montblanc.

Miré todos y cada uno de los pueblos a ver dónde quedaban, y la verdad es que el que más cerca me pillaba era Cardona. Como la semana pasada fui en bici y volví a Montserrat, y eso hacen unos 100 km, decidí ir a Cardona en bici, porque "sólo" hay 90 (más o menos). Mi idea era ir hasta Cardona, darme la vuelta y coger el último tren desde Manresa hasta casa. Mi idea, también, era levantarme a las 6 de la mañana, desayunar, hacerme el "tupperguay" con lo que fuera a comer, y salir a las 7. Sonó el despertador, y lo paré, en lugar de darle a "repetir". Así pues, me levanté a las 11. Me dije: ya no voy. Pero también dije: ¿por qué no?, tengo tiempo. Maldito el momento en que dije eso. Preparé el tupper mientras desayunaba, preparaba las cosas y varias herramientas para hacer un "apaño" si ocurría algo por el camino, agua para calmar la sed a un caballo y "p'alante".

La jornada iba bien. Llegué a las 15h a Manresa, y me quedé allí hasta las 16h entre que buscaba la estación de FGC, comía, y encontraba la carretera que me llevaba hasta Cardona. Una vez en la carretera, tiré millas hasta encontrar el destino, pasando por una granja de inseminación artificial de cerdos (WTF?). Tras bastante pedalear y acojonarme tras ver túneles en el camino (no me gustan los túneles cuando voy en bici, pero por suerte eran tan cortos que se podía ver la salida desde la entrada) seguí adelante. Llegué a Cardona, subí hasta el castillo y estuve un ratito allí arriba (no entré, me quedé a las puertas). Después de descansar un rato y tener la boca más seca de lo normal (no sé por qué) retomo el camino de vuelta hacia Manresa. Despacito, poco a poco y con calma. A las 20:10 llego a Manresa. Cuál es mi sorpresa al llegar a la estación de FGC y darme cuenta de que está cerrada. Por la huelga, TODAS las estaciones cerraban a las 20h. Yo sabía que el último tren de Renfe, salía a las 18:30, porque lo miré en la web, web que se actualizó de acuerdo con los horarios de la huelga. No hizo lo mismo la web de FGC, donde ponía que el último tren hacia Barcelona era a las 21:20 o 21:30, no recuerdo. Resulta que había avisos en todas las estaciones de que los servicios iban a ser sólo hasta las 20h, avisos que yo no vi en ninguna parte, pero supongo que es culpa mía, por no fijarme.

Tras sentarme a meditar en un banco, decidí que 10 horas esperando un tren eran muchas para seguir sentado ahí, así que fui a dar una vuelta por Manresa. Manresa tiene tres estaciones de FGC, y de casualidad me encontré con otra distinta a la de antes, que estaba al lado de una estación de autobuses. La estación se llama Manresa Alta. Ahí me quedé, porque había máquina de bebidas y en la estación de autobuses había una máquina expendedora de cosas para picar. Ahí "cené" como pude, y encontré un sitio chachi para poder pasar la noche. Encajé mi bicicleta entre la máquina expendedora de agua y la pared, y yo me senté en el suelo apoyado en la rueda trasera, de manera que quien quisiera "quitarme" la bici, por huevos me tenía que apartar a mi. Empecé a tener frío y a maldecir el aire gélido que soplaba. Recordé que para casos imprevistos, llevo una especie de chubasquero de emergencia, por si me pilla la lluvia por el camino. Me lo puse por encima. También maldije las putas mangas del chaleco, amplias de narices y por donde entraba el aire. En fin... Muerto de frío y acurrucado, intenté pegar una cabezada, a pesar de que no tenía sueño. Me dio por mirar el reloj (error #1 en una espera muy larga). Parecían haber pasado 4 o 5 horas desde que llegué a las 20h. Tenía la impresión de que era la 1 de la madrugada mínimo. Me entró de todo cuando vi en el reloj que sólo eran las 22h. Y aún me faltaban 8 horas para que llegara el tren. Con mi reproductor como único compañero, procuré no volver a mirar el reloj, pero cada vez que me "despertaba" de una cabezadita, no podía evitar mirarlo. Sólo habían pasado 10 minutos desde la última vez. Vaya noche me esperaba... Abrazado a la mochila, que me daba algo de calor, intenté pasar como pude, alternando sentarme en el suelo al lado de la bici y en una roca que había de decoración cuando me dolía el culo de estar en el suelo.

Cada vez que miraba el reloj, sólo habían pasado 15 minutos desde que lo había mirado. Cuando el frío en las piernas ya fue insoportable, cogí la bici para dar una vuelta. Cuando vi que no me hacía efecto, volví a aparcar la bicicleta y empecé a correr en círculos alrededor de las decoraciones de la estación. El de seguridad que se vea el vídeo de la cámara que me enfocaba directamente tendrá diversión asegurada hoy en el curro...

Parte interesante (también llamada parte del psicópata).

Cuando mi aburrimiento y mi no-sueño (porque a partir de la 1 se me pasó el poco sueño que tenía para convertirse en más frío todavía) llegaron a su límite, veo de lejos que aparece un hombre, haciendo un "baile" raro con las piernas. Una coca-cola en la mano y un cigarro en la otra. Desde lejos, antes de cruzar la calle, grita: "¿Coca-cola?". Yo, interpretando que me estaba ofreciendo coca-cola, le dije: "No, gracias". Después de eso dice: "¿Xigarru?". Volviendo a interpretar que me ofrecía una calada le dije: "Muy amable, pero no fumo, gracias.". "Bé que fas, noi. Escolta, a quina hora passa el primer tren?". Le dije que CREÍA que a las 6:05 de la mañana, pero que no estaba seguro del todo. Mira el reloj y dice: "Hosti tú, las 3. Pues tendremos que esperar aquí tú y yo a que el jefe dé la orden de abrir la puerta". Silencio. Más silencio. Música de mi ipod de fondo. De repente: "¡Eh tío! No soy un puto borracho, ¿eh? Es que soy un puto cojo. ¡Mira!". Se levanta y empieza a dar vueltas para que yo viera cómo andaba. Sí, tenía las rodillas hacia afuera y las piernas le describían un arco curioso. Se notaba que muy bien no tenía las piernas. "¿Dónde vas tú, Bernardo?". En ese momento mi cerebro pensó que el frío y el hecho de tener un auricular puesto y otro no, me jugó la mala pasada de haber entendido "Bernardo". Así que me limité a decir: "Voy a Barcelona". "Hosti tú, pero si veo que tienes una bicicleta ahí, cógela y pégate un sprint hasta allí". "Verás (dije yo) es que vengo desde Barcelona y he ido hasta Cardona en bicicleta y estoy un poco cansado, es de noche y no llevo luces en la bicicleta, tengo que comprárselas". "¡Joder! En lugar de Bernardo tendrías que llamarte Miguel, como el URDANGARÍN ese que corría en bici". Entre que otra vez pensé que lo de Bernardo era una suposición mía, y que estaba intentando ligar a Urdangarín con el ciclismo le dije: "Querrás decir Indurain, ¿no?". "Da igual uno que otro, todos los ciclistas son iguales".

Para no llevarle la contraria a este curioso personaje, dejé caer: "Ah, vale, yo es que pensaba que el Urdangarín jugaba antes a balonmano". "Nooo! I ara! El del balonmano es el que se ha casado con la reina hombre" (No, no me he equivocado, dijo REINA). Como ese hombre parecía tener más conocimientos que yo sobre el tema, no dije nada. Silencio. Un poco más de silencio. El hombre me miraba, y volvía a mirar al suelo. Saca la cajetilla de cigarros y dice: "Este porreta se va a fumar un cigarro, ¿quieres uno?". "No, gracias, te dije antes que no fumaba". "La puta bici te está convirtiendo en un puto sano de esos". Primer comentario un poco... Raro, por así decirlo. "Yo ahora fumaré todo el paquete antes de que abran, ¿vale?". Le dije: bueno, no me importa. "Es que verás, se me ha muerto la novia, y estoy nervioso ahora".

"Joder, lo siento tío". "¿Qué coño vas a sentir tú, si no la conocías?" (Flipo un poco en colores). Le digo: "Bueno, quiero decir que me sabe mal por ti, que lo debes estar pasando mal". "¡Qué va! Tranquilo. Si la tía ya le tocaba, yo eso lo tengo más que asumido". (WTF otra vez). "¿Qué le pasó?". "Que se cayó al suelo. O la tiré yo, no lo sé. O le di con un bate en la nuca y ahí se quedó. Lo importante es que la zorra esa ya está muerta". El corazón se me puso a mil, de repente, excepto las piernas, todo mi cuerpo dejó de tener calor. No sabía qué decir, así que me quedé callado. Al cabo de un rato me empezó a contar que los de las ambulancias la intentaron reanimar, le hicieron electroshock y que al final murió sin poder remediarlo. Me contó que la policía iba a ir esa misma mañana a casa para llevarle a ver los resultados de la autopsia. Yo pensé lo siguiente: "¿Y cuando vean que no estás, no van a malpensar, gilipollas?" a lo que él me "contestó": "Si no me encuentran en casa, que les den por culo, ya me buscarán. Yo de momento me voy a Montserrat para poner una vela al espíritu de mi pobre novia y que descanse en paz, y pedirle a "la mureneta" que me conceda el deseo de que en otra vida nos encontremos. Yo sería muy feliz si en la siguiente vida ella es mi hija y yo su padre. O ella mi madre, o mi hermana, lo que sea, pero quiero volver a verla". Como ya empecé a ver claros signos de inestabilidad mental en el hombre, dejé de cuestionarme el comentario de "Lo importante es que la zorra esa ya está muerta".

Me explicó cómo se quedó lisiado. Iba a 120 en una curva que ponía que la velocidad máxima era de 50. Me dijo: "Pero es que esos carteles están puestos para los mariquitas que no se atreven a correr con el coche, así que yo aceleré, y la hija de puta de la curva empezó a cerrarse, a cerrarse, a cerrarse, hasta que tenía tres opciones: derrapar a lo chulo, frenar o dar un volantazo. Derrapar a lo chulo no, porque me iba a caer por el borde. Frenar no, porque me iba a salir la curva recta, y me caería por el borde. ¿Qué hice? Pues pegué un volantazo, el coche dio media vuelta de campana, me quedé boca abajo y... Pues que me caí por el borde. Fíjate tú si es hijo de puta Dios. Que no sólo cogió la curva y la torció todo lo que pudo, sino que encima hace que las tres opciones sean que yo me caiga por el borde. Y ahora nada, voy a ir a Montserrat a ver qué pasa".

Yo ya no tenía comentarios para ese hombre. Me dijo: "Voy a por un café al bar ese de ahí enfrente, espérate aquí y te traigo uno". Fiándome lo más mínimo de ese hombre, le dije: "Mejor te acompaño, así muevo un poco las piernas y se me pasa el frío". Total, que fuimos al bar, nos pedimos dos cafés para llevar y pagó él. Le dije: espera, que te pago el café. "No home, no! Ja ho pago yo, que per això tenc més diners que tú". Sin comentarios. Una vez con la mierda de cafés (que estaban fríos y eso que le dije al del bar que lo pusiera bien caliente) me empezó a hacer preguntas del tipo: "¿Dónde vives?". Pensé en decirle dónde vivo de verdad, pero me salió por inercia decirle: Badalona. Él me dijo: "Yo aquí, en Manresa, ahí en la calle Quatre Cantons. ¿Quieres venir a ver mi casa mientras llega el tren? Está mi padre durmiendo, pero no pasa nada. Bueno, es el padre de mi novia, pero yo le llamo papá". Tras imaginarme dos mil millones de cosas en una milésima de segundo, le dije: "No, gracias. Prefiero quedarme aquí, porque llevo esperando mucho tiempo y no vaya que se me escape el tren y tenga que esperar dos horas más". "Es comprensible, debes estar pelado de frío. ¿Y tu calle, cómo se llama tu calle?". Me quedé blanco un segundo. De todo lo que me hubiera gustado contestarle en ese momento, pero que por educación y "pa por si las moscas" no le contesté, le dije: "Avenida Constitución". "Aaaaaah, sí. La conozco. ¿Y en qué número?". Le dije el número que me vino a la mente, que no recuerdo si era 13 o 23 o algo de eso, y me dijo: "Y es casa única, o vives en un piso?". Le dije que, como era el centro de Badalona, vivía en un piso. Me preguntó por el piso, le dije que 1º. "Ah vale. Ok Bernardo". (Ahora no cabía duda, demasiadas alucinaciones como para haber escuchado por enésima vez Bernardo). "Ahora ya sé dónde vives, no te puedes escapar de mi". Le dije: "Ya veo que no". Total, a lo tonto, ya eran las 5:30, hora a la que el jefe de estación apareció y abrió la puerta. Compré mi billete y me senté en el banco. Hacía un calor reconfortante ahí dentro. Tuve la suerte de que el hombre se fue a fumar un cigarro al exterior y yo me quedé dentro de la estación. Antes de que me diera cuenta, apareció el tren. Nos metimos y esperamos a que saliera. Él se bajaba en Monistrol de Montserrat, y quedaban unas 4 paradas, eternas a mi parecer. Me repitió que iba a Montserrat. No le gustaba hacerlo, pero se veía obligado. También me contó que fue a un curandero raro a que le quitara los malos espíritus, porque sino, el señor se iba a enfadar si entraba con el aura sucia en su monasterio. Sin comentarios, tampoco.

En un momento dado, me dijo: "Oye Bernardo, dime un bar de Barcelona donde pueda llevar a mi chata". Debió ver mi cara, porque yo estaba pensando: "Hijoeputa, me has dicho que ha muerto, ¡qué me estás contando!", y me dijo: "Joder, a rey muerto, rey puesto. No creas que porque se me muriera ayer la novia, voy a tener que estar de luto toda la vida. Esta chica andaba detrás de mi mucho tiempo, y quiero llevarla un día a Barcelona a tomar algo, así que dime un bar que pueda gustarle mucho, así para estar los dos solos y tal". Lo típico que se me pasó por la cabeza fue: "Llévala al bosc de les fades". Me dijo que eso ya lo había visto, y quería otro, así que me inventé un bar en Plaza España llamado "Tapicas", donde hacían tapas buenísimas, y siempre había buen ambiente. Una parada antes de bajarse, me dijo: "Bernardo de Badalona, de la Avenida Constitución número 13 (por poner un ejemplo, porque no recuerdo el número que le dije) piso 1, no te fallaré, amigo mío. Llevaré a ese bar a mi chica y le diré que me lo recomendaste tú, mi amigo Bernardo con una bici que vino desde Barcelona hasta Manresa. Pero escucha una cosa, como te encuentre en ese bar cuando vaya, te juro que te pego una paliza". Yo me reí nerviosamente (qué puta memoria tiene el tío), esperando que me dijera: "Que no hombre, que es broma". Pero no. No se rió, ni dijo que era broma. Se limitó a decir: "En serio, si voy por allí y te encuentro, te habrás ganado una paliza". No dije nada. Llegó el glorioso momento en que se avecinaba su parada, me alargó la mano para darle un apretón, y bajó del tren. Me senté y acomodé la bicicleta a una posición que no molestara a nadie y permitiera a la vez apoyar la cabeza en ella, y cuando miro por la ventana, el tren empieza a irse y el tío me estaba haciendo un corte de manga, con la cara muy muy seria. Esa es la última imagen que tengo del hombre.

Llego a Plaza España casi sin darme cuenta, cojo el metro, Renfe hasta Sant Feliu, escribo en feisbuk que ya he llegado, me pego una ducha y me meto en la cama hasta las 14h. Fin de la historia con final feliz.

En un momento dado, sobretodo cuando me dijo: "¿Quieres venir a ver mi casa mientras que llega el tren?", se me pasaron mil imágenes por la mente. Entre ellas, me vi con un golpe por bate de béisbol en la nuca, y vi cómo el hombre se lo contaba después a un chico que estaba casi en la misma situación que yo, pero en lugar de bicicleta, con un monopatín, al que, casualmente, también le ofrecía ir a su casa "mientras llega el tren".

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1 Response for the "La increíble pero cierta historia de Manresa"

  1. Dana says:

    la verdad, prefiero que me cuentes esta historia en vivo y en directo cuando te vea, que seguro que merece la pena ;)