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Hola de nuevo. Estoy aquí hoy para hablaros de los condones antiviolación. Por si algunos no lo sabéis, se van a empezar a repartir muchos condones antiviolación en el continente sudafricano, con el fin de reducir la cantidad de violaciones que hay por esos lugares.

Se ha lanzado una campaña que invita a que todas y cada una de las mujeres tengan uno puesto. El condón en cuestión, es un condón de una textura algo más rígida que los condones normales y corrientes, y contiene una especie de (ellos lo llaman aristas) pinchos, orientados hacia adentro, que hacen la función de los arpones, es decir, permitir que el pene entre "fácilmente", por así decirlo, y que quede enganchado a la hora de intentar sacarlo. He aquí una imagen en cuestión:

Esto me lleva a plantearme varias cosas. La más improbable de todas es la siguiente:

Una mujer se pone ese condón antiviolación a las 7 de la mañana, porque va a primera hora porque se organizan todo tipo de eventos durante todo el día. Pasa todo el día fuera de casa. Llegan las 11 de la noche, y se vuelve tranquila a casa. En ese momento, viene un violador, y la viola. Evidentemente, el invento funciona, porque al violador se le queda enganchada pero... Debido a la sequedad vaginal que podría haber acumulado esa señora, también se le queda pegado a ella el condón, provocando el hecho de que no se pueda separar de su agresor, y éste le de de hostias hasta en el carné de identidad, por el dolor causado por culpa del invento. El hecho de que la mujer se quite el condón para lubricarlo y volver a ponérselo es totalmente improbable, ya que podrían violarla en el escaso minuto que dura ese acto, y el invento no hubiera servido para nada.

La segunda situación, es la siguiente:

Los violadores, que no quieren correr riesgo (evidentemente), elegirán a un conejillo de indias. Es lo que lleva la humanidad haciendo toda la vida. Ves una comida que no tiene buena pinta, pero que te dicen que está buenísima, y la primera reacción es decir: "Vale, pero pruébala tú primero". Así pues, los violadores escogerían a punta de lanza a un plebeyo para obligarle a meter el rabo a ver si "hay trampa". Como el condón se queda enganchado a la polla, los demás podrán violar a la mujer cuantas veces quieran.

La tercera situación, la más probable:

Debido a "lo novedoso" del producto, todo el mundo habla de él. Ya lo he visto anunciado en algún que otro programa en la televisión, y en internet en muchísimos sitios (sí, y yo estoy cooperando a que haya un sitio más en internet donde hay información sobre el condón). Esto conlleva a que TODO EL MUNDO sepa acerca del condón. Como nadie es tan gilipollas como para hacer de conejillo de indias y meter la polla en un agujero que vete tú a saber qué te encuentras, lo que sería lógico que hiciera dicho conejillo es meter el dedo. Si nota el condón, sacarlo con la mano, y acto seguido violar a la mujer. Si siguen haciendo tal propaganda del condón, el invento habrá sido en vano. Yo, al menos, si me dispusiera a violar ahora mismo a alguien (cosa que no haré, por supuesto), lo primero que haría después de todo este revuelo del condón antiviolación, sería comprobar si evidentemente lleva o no dicho aparatejo. Entonces ya podría violar tranquilo.

La cuarta situación:

Que los violadores se sientan indignados y que inventen algo para ponerse ellos en el miembro, que contrarreste el efecto del condón. Por ejemplo, un "chaleco antibalas para penes". Sólo que en este caso, no sería antibalas, sino más bien una funda de acero macizo para evitar pincharse el miembro.

La quinta, y última:

Que cojan a la mujer con el condón antiviolación, le den la vuelta (en un reportaje vi cómo la "inventora" lo hacía, así que es reversible), se lo ponga, y empiece a violar a la mujer al son de: "Ahora sentirás el daño que hace un bicho de estos, y la próxima vez te lo pensarás a la hora de ponerte uno, zorra".

¿Por qué he puesto un paso hacia la involución? ¿Por qué he puesto "lo novedoso" entre comillas? Muy sencillo.

Hace "un par de años", existían los cinturones de castidad. Consistía en unas bragas metálicas, que en la zona de los agujeros tenía pinchos bien agudos hacia afuera, de manera que la persona que las llevaba puestas no se pinchaba, permitía la salida de heces, pero impedía la entrada de absolutamente nada (ni siquiera el dedo, ya que te pinchabas la mano antes de que llegara el dedo siquiera a rozar los labios vaginales). Además, no podían quitarse, ya que llevaban un sistema de cierre especial, con candado incluído.

Al ver que el invento del condón antiviolación no funciona, creo que el próximo paso de la señora creadora de este "gran invento" (lástima que no se note el sarcasmo que le he puesto a lo de "gran invento") será inventar unas bragas metálicas con candado.

Eso no es lo peor de todo, lo peor de todo es que, si llega a "inventar" dichas bragas, seguramente la sociedad sea tan gilipollas que la vitoreará en lugar de abucharla diciendo "eso ya estaba inventado".